Somos peces viviendo en una pecera que solo nos dejara crecer cierto tamaño.
El tamaño de la pecera cada quien la elige, claro está. Aunque, a veces, las situaciones están más allá de nuestro control, y la vida misma es la que nos lleva a los lugares determinados a los que teníamos que llegar en primer lugar: el destino.
Hay peces que comienzan viviendo en un diminuto vaso de plástico en el mercado, y terminan en una lujosa pecera esférica con luz LED integrada, una armónica planta y piedras azules, lilas y verdes, relucientes en el agua.
¿Qué determina nuestro tipo de pecera, hasta dónde podremos llegar si tenemos un lugar amplio y abundante para crecer?
Solo nosotros podemos saberlo.
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